Mantener la salud mental y el bienestar emocional de las personas mayores es igual de importante que en cualquier otro momento de nuestra vida; por esto, el mantenimiento de la salud mental de las personas mayores debería de ser considerado como una prioridad por parte de toda la sociedad, y de las autoridades políticas y sanitarias.
En unos días en las que las noticias sobre cómo el Covid-19 (coronavirus) está incidiendo de forma especialmente cruda entre las personas mayores y en las residencias para la tercera edad, puede ser el momento para reflexionar sobre cuáles son las necesidades de nuestros mayores y su bienestar. Pero lo realmente necesario no es sólo quedarnos en realizar esta reflexión, sino tomar consciencia y pasar a la acción para hacer lo que esté en nuestra mano para que su bienestar físico y psíquico sea el que merecen.
Aunque normalmente se asocia a las personas mayores a demencias y problemas psíquicos, la realidad es que la mayoría de las personas mayores no presentan estos problemas. Y aunque es cierto que es en esta población donde se presentan mayoritariamente las demencias seniles, el Alzheimer y otros problemas mentales, estas dolencias sólo afectan al 15% de esta población.
¿Cómo cuidar la salud mental de una persona mayor?
El primer punto es considerar que la persona mayor es principalmente eso: una persona. Como tal requiere tener cubierta sus necesidades fisiológicas básicas (alimentación, higiene y forma física) pero también sus necesidades afectivas y sociales (relaciones con amigos, familia, cuidadores de personas mayores, etc.).
Para cuidar la salud mental de un anciano o de una persona mayor debemos considerar los siguientes aspectos:
- Reconocerles su valía y su capacidad. Su conocimiento, experiencia y su aportación a nuestra sociedad. Muchas personas mayores, de más de 65 o 67 años, sufren un choque psicológico cuando llega su edad de jubilación. Debemos de ser conscientes de la fuente de experiencia y conocimiento que son y hacérselos ver; que no piensen que no tienen nada más que aportar a la sociedad porque, además de totalmente erróneo es completamente injusto.
- Darles afecto. Hacerles sentirse queridos. El cariño de sus seres queridos, amigos o familiares y el de los cuidadores que puedan estar a su cargo es fundamental. Por eso siempre remarcamos que la profesionalidad de nuestros cuidadores no sólo recae en sus conocimientos, que también, sino en su calidad humana.
- Mantenerlos activos o que se mantengan activos físicamente en la medida de los posible. Si no son personas dependientes y tienen plena autonomía física convencerlos de que se ejerciten. Si son personas dependientes o con menor autonomía realizar ejercicios específicos para que muevan sus músculos, articulaciones, realicen ejercicios para mantener psicomotricidad fina (manualidades, etc.).
- Mantenerlos activos psíquicamente. Conversaciones, asistir a algún tipo de clases, juegos, contar historias del pasado, que nos cuenten lo que hicieron hoy…cualquier actividad que les haga ejercitar la memoria, la expresión oral o escrita les ayudará a mantener su salud mental. También es importante que mantengan la potestad de sus decisiones, siempre que no supongan un peligro para ellos claro está. Por decirlo de alguna forma, que tengan voz y voto en sus asuntos.
- Cuidar su alimentación. Es un aspecto que no debemos descuidar porque es importantísimo la correcta nutrición y el seguimiento de los tratamientos médicos que se les hayan sido prescritos.