Una de los problemas a los que deben enfrentarse las personas mayores al alcanzar cierta edad, y también ciertas personas jóvenes con discapacidad, es a la incontinencia, tanto urinaria como intestinal.
La incontinencia es un problema que está asociado a la vejez, la incontinencia urinaria se produce cuando la musculatura de nuestra vejiga y la relacionada con el proceso de micción no funcionan adecuadamente (ya sea problema de estímulo nervioso o anatómico, presión o tono muscular en la musculatura pélvica).
Cuando una persona mayor tiene incontinencia o pérdidas descontroladas de orina debe ser una prioridad para ellos mismos y sus cuidadores mantener una buena higiene, tanto personal como del espacio donde desarrolla su vida esta persona. Además, para las personas mayores tener bajo control las consecuencias de la incontinencia es fundamental para su bienestar psicológico y poder mantener su autoestima, sintiéndose seguros.
Si bien es cierto que en estadios iniciales con pérdidas pequeñas de orina podemos optar por otras opciones (braguitas absorbentes específicas o ropa interior específica para hombres), llega un momento en el que los pañales para personas mayores, con mucha mayor capacidad de absorción, son la opción más adecuadas para mantener las condiciones higiénicas adecuadas.
Podemos encontrarnos con diversas situaciones. Una es que la persona tenga pérdidas de orina o fugas y que, debido a problemas de movilidad le sea imposible llegar a tiempo al baño, o implemente ir (personas encamadas o sin movilidad), para realizar sus necesidades. Otra opción es que ni siquiera sea consciente de que está miccionando en ese momento.
Entonces, ¿Cuándo es el momento de empezar a utilizar los pañales para adultos? Pues cuando las pérdidas de orina sean continuas, diariamente; puedan convertirse en una causa de falta de higiene en la persona mayor (ropa húmeda, mojar la cama y el colchón, asientos de sofá, mal olor, etc.); o claramente cuando haya incontinencia intestinal. Ante estas situaciones debemos empezar a utilizar cuanto antes los pañales para adultos.
Es habitual que la persona mayor inicialmente pueda mostrar cierto rechazo a usar los pañales, pero como cuidadores debemos de hacerles ver que puede mejorar mucho su calidad de vida y mejorará también su relación con otros convivientes.
El uso de los pañales también ayuda a que los familiares que estén a cargo de la persona mayor o sus cuidadores puedan realizar mejor su labor y puedan encargarse de otros aspectos también importantes de su cuidado. El hecho de llevar el pañal ayudará a retener la orina y facilitará el aseo de esta persona. Lo que sí es un punto muy importante es que si una persona anciana utiliza pañal debemos controlar periódicamente si lo ha mojado y realizar los cambios de pañal todas las veces que sean oportunas; ya que el contacto con la orina o heces durante tiempo prolongado provoca irritación y dermatitis; pudiendo dar lugar a problemas importantes en la piel, especialmente en personas de avanzada edad y con movilidad reducida.