Los accidentes y caídas de personas mayores son especialmente peligrosos por el grave daño que puede causarles la propia caída, por el tiempo de recuperación y por las consecuencias de su convalecencia. Como cuidadores de personas mayores debemos prevenirlas tanto en casa como en la calle, cuando salimos a dar un paseo o a realizar cualquier gestión con ellos.
Siempre que estemos al cuidado de un anciano debemos minimizar las posibilidades de que sufra un accidente o una caída fortuita dentro de casa. Aquí os damos algunas pautas.
- Libera de muebles auxiliares o mobiliario innecesario aquellos espacios por los que se desplaza normalmente la persona mayor.
- Elimina alfombras o felpudos con los que pueda tropezar.
- Presta atención a los posibles desniveles en el suelo de las habitaciones. En muchas ocasiones cuando se realizan reformas en los baños, para adaptarlos a las necesidades de la persona anciana, se generan desniveles en el suelo. Si no hay más remedio de que existan, asegúrate de que esté bien colocadas las estructuras o perfiles de suelo que delimitan el desnivel.
- Cuidado con la utilización de productos para la limpieza de solerías que sean deslizantes.
- Intenta estar al tanto de recoger cualquier resto de agua o pequeña pieza que se pueda haber caído al suelo y pueda provocar un resbalón.
- Las caídas en el cuarto de baño son también una gran preocupación para los cuidadores de personas ancianas. El baño es si cabe la zona que más adaptada debe estar atendiendo a las características del anciano y a su posible limitación de movilidad. Cambiar la bañera por una placa ducha, colocar agarraderas en la pared o estructuras de agarre para el inodoro, etc.
- Utilizar elementos ortopédicos específicos, por ejemplo banquetas o sillas para la ducha.
- Tener bien iluminadas las estancias para que puedan ver por donde andan. El gran misterio de algunas personas mayores es querer vivir en penumbra.
Otros aspectos que debemos cuidar para evitar caídas de ancianos son:
- El calzado del anciano. Debemos de evitar que lleven el pie suelto, en chancla. También asegurarnos que la suela sea antideslizante.
- Debemos evitar que lleven pantalones demasiado largos que puedan hacerlos tropezar.
- Procurar que tengan las manos siempre liberadas, a veces tienden a coger demasiadas cosas y querer hacer lo mismo que han hecho siempre.
- Utilizar andadores para personas con movilidad reducida. Esto es válido tanto para la casa como para la calle. Existen en el mercado una amplia variabilidad de carritos y andadores.
- Revisar periódicamente la vista y graduar adecuadamente sus gafas. También es importante vigilar la aparición de cataratas y valorar la posibilidad de operarse, que dependerá de sus condiciones, pero que le permitirá mejorar notablemente su calidad de vida.
En general, se trata de estar pendientes de ellos y utilizar el sentido común para reducir al máximo las posibilidades de que ocurra un accidente.