El sueño y el descanso son fundamentales para nuestra salud y bienestar. Además, hay que tener en cuenta que no se trata únicamente de dormir un determinado número de horas sino que la calidad del sueño y el descanso nocturno sean los adecuados para que el sueño sea reparador y nos permita realizar las actividades diarias con normalidad.
Los problemas de insomnio en ancianos son algo frecuente. El envejecimiento provoca cambios en las funciones de nuestro organismo y también afecta a nuestro sueño. Con la edad se modifica la necesidad de dormir, la calidad, eficiencia y la estructura del sueño. Además de la edad, determinadas enfermedades y algunos medicamentos también pueden provocar trastornos del sueño en ancianos.
¿Qué cambios se producen en el sueño cuando envejecemos?
- El sueño es menos profundo.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Incrementa la frecuencia de los despertares durante la noche. Incluso puede ocurrir que no se vuelva a conciliar el sueño tras despertarse de madrugada o a media noche.
- Aumenta la tendencia a dormir durante el día.
¿Qué podemos hacer para mejorar el insomnio en las personas mayores?
En muchas ocasiones se puede mejorar el insomnio siguiendo una serie de pautas para una correcta higiene del sueño, o lo que es lo mismo, para estimular el sueño.
- Mantener un horario regular a la hora de acostarse y de levantarse por las mañanas.
- Eliminar totalmente las siestas diurnas o reducirlas a menos de 30 minutos.
- Evitar quedarse en la cama más tiempo del necesario.
- Evitar las comidas pesadas o indigestas durante la cena.
- Controlar que la temperatura de la habitación sea confortable. Ni mucho frío ni mucho calor (en torno a los 20 ºC), y que la iluminación sea tenue y sin ruidos.
- Usar ropa cómoda para dormir.
- Dormir con un colchón y almohada adecuados.
- Realizar actividad física de forma regular y acorde al estado de salud y situación de la persona mayor. No es recomendable que el ejercicio físico se practique cerca de la hora de dormir.
- Tratar de realizar ejercicios de relajación antes de dormir.
- Evitar el consumo de bebidas estimulantes como el té o las que contienen cafeína (café, refrescos de cola, etc.).
- Limitar el consumo de alcohol, especialmente antes de acostarse.
El sueño es una necesidad básica del ser humano. Es esencial para la salud y una buena calidad de vida. Con la edad los patrones de sueño cambian y muchas personas mayores presentan problemas de insomnio y otros trastornos del sueño. En los casos más leves se puede corregir con un estilo de vida saludable y unos buenos hábitos del sueño. En otros casos pueden ser necesarias determinadas terapias e incluso tratamientos farmacológicos.