Hablar solo es algo mucho más común de lo que pensamos. De hecho, la mayoría de personas lo hacemos en determinados momentos como método para recordarnos algo a nosotros mismos o concentrarnos en la actividad que estamos realizando. También nos ayuda a potenciar nuestra memoria e, incluso, puede ser de utilidad para tranquilizarnos en momentos de estrés y ansiedad en los que es bueno decir ciertas cosas a uno mismo en voz alta.
Por tanto, en un principio, hablar solo no tiene por qué responder a una patología ni ser motivo de preocupación. Además de lo anteriormente comentado, las personas mayores hablan solas en ocasiones como consecuencia de su soledad. Sin embargo, es recomendable observarlas para identificar posibles símbolos de alerta que nos ayuden a saber si la persona habla sola por otros motivos. Para ello deberemos fijarnos en:
- Identificar si las cosas que dice son lógicas y tienen sentido o si, por el contrario, se trata de alucinaciones.
- Es cuando una persona habla de ella misma en tercera persona. Presta atención a si, cuando lo hace, dice cosas negativas sobre ella misma.
- Cantidad de ideas. Mezclar ideas y hablar de muchas cosas a la vez, saltando de una historia a otra con rapidez y sin desarrollar ninguna de ellas, también es signo de preocupación.
- Pérdida de contacto con la realidad. Debemos estar atentos a si la persona habla de cosas que nunca han sucedido en su vida o crea recuerdos falsos.
Estas conductas suelen asociarse a enfermedades como el Alzhéimer por lo que es muy importante acudir a un especialista si identificamos que nuestros mayores sufren estos síntomas para que pueda realizar un diagnóstico profesional y establecer un tratamiento adecuado de forma personalizada.