Hablar de depresión en ancianos es saber que de un modo u otro, las personas se enfrentan a una etapa de su vida en la que son conscientes del efecto del paso del tiempo y ello puede provocar multitud de reacciones de tipo anímico y emocional.
En Satein atendemos diariamente a muchas personas mayores que precisan de atención y podemos asegurar que en muchos de esos casos, esas necesidades están relacionadas con su situación depresiva ante una realidad que están, más que viviendo, casi padeciendo.
Pero todos podemos aportar nuestro granito de arena para paliar esas situaciones, pues muchos casos resultan tremendamente angustiosos no sólo para quienes los padecen sino también para familiares y amigos que se preocupan y comparten su sufrimiento.
Cómo reaccionar y ayudar frente a la depresión en ancianos.
Cuando las personas llegan a cierta edad, los motivos por los cuales podrían entrar en una situación depresiva son muchos y variados, dándose el caso habitual de confluencia de varios de ellos en la misma persona.
Algunas de las causas más comunes para la depresión en ancianos son:
- Pérdida de la pareja u otros familiares y amigos cercanos.
- Patologías físicas causantes de dolor y limitaciones varias.
- Sensación de desarraigo familiar cuando por circunstancias varias, la familia decide su traslado a un centro o residencia asistencial.
- Pérdida de autonomía e independencia para desplazamientos, actividades, etc por motivos de enfermedad.
- Por efecto secundario de algunos fármacos para determinadas patologías que padezca.
Todas estas y muchas más razones producen un sentimiento de tristeza, soledad, miedo, frustración, angustia, etc que provocan que la persona entre en depresión con el riesgo de que ello se alargue en el tiempo y pudiera convertirse en un estado crónico y permanente con la consiguiente dificultad para superar.
Es por ello que debemos estar atentos a los síntomas que nos avisan de su estado y tomar medidas con las que contrarrestar dicha situación.
Las señales que nos pueden alertar acerca de la depresión en ancianos son:
- Comportamientos de ira, nerviosismo continuado, mal humor, enfado constante.
- Tristeza, llanto, melancolía, sensación de vacío, pena.
- Desanimo, falta de colaboración, desgana, desmotivación ante cualquier actividad por muy cotidiana que sea.
- Desinterés por conversar, por hablar, interactuar.
- Episodios reiterados de insomnio.
- Trastornos de la alimentación que pueden ir en los dos extremos, desde la falta de apetito con la consiguiente pérdida de peso a la necesidad compulsiva de comer y el aumento de peso descontrolado.
Cuando uno o varios de los síntomas anteriores se convierten en algo habitual en nuestros mayores hemos de dar la voz de alarma y actuar.
- En primer lugar hemos de comentarlo con los profesionales médicos de referencia, pues ellos son quienes deben determinar las actuaciones más oportunas, si precisa tomar medicación o incluso modificar la ya existente y que pudiera estar motivando o agravando la situación.
- Ofrecer comprensión, paciencia y sobre todo tiempo y cercanía. Deben sentir que no están solos, que siguen siendo queridos y se les necesita.
- Ayudarlos a no abandonar sus actividades cotidianas aunque por motivos de deterioro físico precisaran de alguna adaptación.
- Cuidar y estar pendientes de sus hábitos de alimentación y descanso.
- Evitar al máximo los momentos de soledad.
- Trabajar con ellos el ejercicio físico y la movilidad apropiada a su situación.
- Procurar que su entorno sea agradable, con luz, y con todo lo que necesita siempre a su alcance y de fácil acceso.
- Incidir y ayudarle a mantener los hábitos de higiene personal, el cuidado del aspecto físico, donde una buena apariencia no tiene por qué estar reñida con prendas cómodas y confortables.
En Satein llevamos ya más de 30 años ofreciendo asistencia a nuestros mayores mediante un equipo médico, sanitario y asistencial con dilatada experiencia para tratar no sólo las dolencias físicas sino las situaciones de depresión en ancianos, y con la ayuda añadida de un servicio de terapia psicológica dispuesto a dar lo mejor de si.