La atención a personas con determinadas enfermedades neurodegerativas como es el caso del cuidado de personas con Alzhéimer requiere de unos conocimientos especializados sobre la enfermedad y sobre cómo tratar y cuidar de forma específica a este tipo de pacientes.
El alzheimer afecta principalmente a personas mayores, aunque también hay casos en personas maduras no ancianas que padecen esta dolencia. Estas personas van sufriendo con el avance de la enfermedad una disminución sostenida de sus capacidades cognitivas, y entre las que destaca la pérdida de memoria. Algunas sintomatologías que suelen estar asociadas al alzhéimer son la falta de apetito, la depresión y en algunos casos irritabilidad e incluso agresividad. Saber cómo actuar en cada caso es fundamental para poder atender de forma adecuada a estos pacientes.
¿Qué debo tener en cuenta en el cuidado específico para enfermos de alzheimer?
- Acondicionar la vivienda haciéndola cómoda y segura.
Tanto los espacios como la localización de los objetos y artículos que la persona deba necesitar deben estar asequibles y bien organizados. Evitar accidentes debe ser una de nuestras prioridades y para ello debemos colocar elementos de seguridad o agarraderas en el baño, pasillos, dormitorio o cualquier espacio que requiere de maniobras. También debemos mantener los espacios despejados de pequeños muebles, moquetas o alfombras que dificulten la movilidad de la persona.
- Crear rutinas de actividades diarias.
Desde el inicio del día con el aseo personal y la vestimenta; hasta los paseos o momentos de charla u ocio debemos realizarlas dentro de una rutina diaria. Fundamental cumplir con su pauta de medicación.
- Evitar cambios bruscos en los hábitos diarios.
Una persona con alzheimer se puede desubicar rápidamente sin causa aparente; aún más si realizamos cambios bruscos en sus quehaceres diarios o en sus espacios habituales. Estas situaciones suelen desestabilizarlos y desorientarlos causándoles un estrés nada beneficioso para ellos.
- Favorecer actividades y ejercicios amenos.
Cualquier actividad que mejore el mantenimiento de sus capacidades cognitivas y que resulte agradable al paciente puede resultarle beneficioso. Ejercicios sencillos de motricidad o memoria pueden ayudar en el día a día del paciente.
- Evitar discusiones estériles.
Enfrascarse en discusiones con una persona con alzhéimer puede ser agotador para todos; además de totalmente infructuoso. No debemos discutir con ellos. Hablarles siempre con tranquilidad, pausadamente y sin brusquedades ayudará más que una discusión. Sí, sabemos que a veces esto es complicado y que estar al cargo de una persona en estas circunstancias es duro y, en ocasiones, desesperante para los familiares y cuidadores. Por ello es importante que si vamos a recurrir a una ayuda externa para cuidar de una persona con alzheimer acudamos a profesionales cualificados para ello.