Las demencias en general, pero la enfermedad de Alzheimer en particular, son hoy uno de los principales problemas tanto sociales como sanitarios en el que la familia aparece con frecuencia desbordada. En España la familia es la principal institución sobre la que recae la tarea de cuidar a las personas con Alzheimer.
No obstante, queremos relacionar una serie de consejos muy prácticos para la familia que tenga a su cargo a alguna persona dependiente con Alzheimer:
Alimentación del enfermo
- Procurar que las comidas sean siempre a la misma hora y que el enfermo ocupe el mismo lugar en la mesa.
- Pedirle que colabore, a la hora de poner y recoger la mesa.
- Evitar las distracciones (por ejemplo, la televisión).
- Para evitar que se manche, ponerle una bata o un babero largo.
Asear al enfermo
- No introducir estufas eléctricas, en el cuarto de baño.
- Objetos como el secador y la maquinilla de afeitar los debe usar sólo cuando el cuidador esté delante.
- Si no se dispone de plato de ducha, colocar asideros. No permitir que el enfermo entre y salga solo de la bañera.
- Procurar que los grifos de agua caliente y fría estén bien identificados.
- Tener en cuenta sus hábitos higiénicos: cuándo se afeitaban, cuántas veces a la semana se aseaban, si lo hacían por la mañana o por la noche, etc.
- Hacer del baño un momento relajante y lúdico.
Utilización del WC
- Identificar el baño con un cartel en el que se lea “WC” y se vea el dibujo de un inodoro.
- El enfermo debe ir al servicio a las mismas horas todos los días.
- Restringir la ingesta de líquidos, dos horas antes de acostarlo (para que no se orine por la noche).
Vestir al enfermo
- Colocar en el armario sólo la ropa de temporada. Identificar, con dibujos, dónde se encuentra cada prenda.
- Intentar que el enfermo guarde sus cosas siempre en el mismo sitio.
- Sustituir los zapatos de cordones por otros con cierre adhesivo.
- No anticiparse ni meter prisa.
- No pensar que el enfermo ya no puede hacer nada. Quizás sólo precisa su indicación.
- Arreglarlo frente al espejo -le ayudará a reconocerse.
Dormir al enfermo
- Procurar mantener activo y despierto al enfermo durante el día.
- Es conveniente que, de noche, tenga a la vista un despertador grande y luminoso.
- Establecer una rutina de actividades antes de acostarse. Puede ayudar poner siempre una misma música suave, mientras se realizan estas actividades (para que asocie la música con dormir).
- Acostarlo y levantarlo, siempre a la misma hora.
Mantener la movilidad del enfermo
- La actividad más sencilla es pasear. Recomendamos ir por los lugares que le gustaban.
- Poner música dinámica y animarle a bailar, moviendo todo el cuerpo.
- Realizar ejercicios sencillos: aplaudir, agitar un pañuelo o decir adiós con la mano.
- Procurar que el enfermo pueda desplazarse con la mayor autonomía posible.
La seguridad en el hogar del enfermo
- Colocar el botiquín y los productos de limpieza, siempre lejos del alcance del enfermo.
- Poner protectores en los enchufes.
- Sustituir la cocina de gas por una eléctrica.
- No realizar cambios drásticos en casa para no desorientar al enfermo.
Evitar el riesgo de pérdida del enfermo
- No permitir que el enfermo salga solo de casa.
- Usar pulseras o collares, donde se indique la enfermedad que padece y el número de teléfono o dirección, donde deben llevarle, si alguien lo encuentra.
- Avisar a los amigos, comerciantes y vecinos, de la enfermedad que padece.