Hacer ejercicio en la tercera edad es beneficioso para nuestro cuerpo y además nos mejora la calidad de vida. Dentro de esto, la fisioterapia ayuda muchísimo a nuestro cuerpo y es fundamental para mejorar nuestras capacidades físicas. Los beneficios de esta práctica son múltiples para pacientes de edad avanzada. Y es que la fisioterapia no solo se ocupa de arreglar lesiones, sino que también se emplea para el manejo y la restauración de la movilidad física de personas mayores y sus beneficios en este grupo de población están ampliamente reconocidos.
¿Cómo funciona la fisioterapia en personas mayores?
Como bien hemos dicho, el ejercicio durante la tercera edad es ideal para conservar un buen estado de salud y mejorar nuestra calidad de vida. Los especialistas en fisioterapia para personas mayores son conscientes de que en esa etapa de la vida, las personas empiezan a presentar limitaciones de tipo motor y funcional, por lo que ellos con sus técnicas terapéuticas ralentizan estos procesos y fomentan la calidad de vida.
Objetivos de la fisioterapia en personas mayores
Los objetivos de la fisioterapia en las personas mayores son distintos a los que se quieren lograr cuando alguien va a trabajar una lesión. Hablamos entonces de lo siguiente:
- Lograr que el paciente tenga más confianza en sus capacidades motoras
- Que el paciente conserve o recupere su autonomía en las actividades de su día a día.
- Lograr maximizar su movilidad articular y su fuerza muscular.
- Mejorar los patrones de marcha y equilibrio.
- Promover la práctica de actividades físicas de una manera saludable.
¿De qué manera ayuda la fisioterapia a las personas mayores?
La principal diferencia entre la fisioterapia en general y esta disciplina en particular no está tanto en las técnicas empleadas sino en la adaptación de las mismas. Tratar con ancianos o con personas mayores dependientes exige por parte del especialista un modo muy particular de aplicar sus conocimientos. Es algo similar a lo que sucede con quienes se dedican al cuidado de personas mayores en sus hogares. La formación y la experiencia son fundamentales, pero también lo son la vocación, la orientación hacia el bienestar de la otra persona, la sensibilidad y la paciencia. No en vano, algunos cuidadores de personas dependientes pueden tener conocimientos de fisioterapia mientras que los fisioterapeutas geriátricos también han aprendido mucho de la asistencia a adultos mayores.
Y es que los dos ámbitos se complementan a la hora de garantizar el máximo bienestar de las personas mayores y/o dependientes:
- Ayuda a que sean lo más autónomas posibles: levantarse de la cama, asearse, comer…
- Reduce el riesgo de patologías asociadas a la falta de movilidad, incluso cuando se trata de ejercicios pasivos.
- Alivia las molestias crónicas derivadas de problemas locomotores y mitiga la percepción que tiene el cuerpo sobre el dolor.
- Favorece a una recuperación más rápida tras una eventual caída.
Por tanto, si tienes una persona mayor a cargo que ves que ya le cuesta cada vez moverse, no dudes en consultar a un especialista en fisioterapia para personas mayores, porque él puede ayudarle a mejorar su calidad de vida y su autonomía con una rutina de ejercicios adaptados a sus necesidades.